Me he topado hace un rato con tu foto en Facebook, como no podía ser de otra manera. En esa nueva corte de los milagros cibernética, recorrida día y noche por el latido de una sociedad muy enferma, no es extraño encontrar noticias tan estremecedoras, tan terribles como las que acompañan a dicha foto. Pero no es la noticia lo que me atrae, lo que llama poderosamente mi atención, para disgusto de algunos, que siguen confundiendo la falta de interés con la ausencia de sentimientos. Peor para ellos. No es una noticia nueva, ni original, nada de eso. Sois, en…
Escribo, luego existo.