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Mes: diciembre 2014

Los números de 2014

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog. Aquí hay un extracto: Un teleférico de San Francisco puede contener 60 personas. Este blog fue visto por 870 veces en 2014. Si el blog fue un teleférico, se necesitarían alrededor de 15 viajes para llevar tantas personas. Haz click para ver el reporte completo.

Cartas caribes, y III

Las luces del enorme resort en el que me alojo han comenzado a encenderse hace escasos minutos. Muy hacia el oeste, las tonalidades rosas del crepúsculo caribeño tiñen lentamente las luces de la escena que contemplo, llenándola de paz, acallando el bramido de las olas, que hoy no han cesado de romper violentamente contra la orilla, coronadas de blanca espuma. Los altísimos cocoteros agitan sus verdes copas, muchas de ellas recién podadas para evitar que la caída de sus pesadas pencas pueda acabar con la vida de algún viandante. Sus troncos inverosímiles hablan de la flexibilidad que asegura su existencia…

Cartas caribes, y II

«¡Como te pareces al agua, alma del hombre! ¡Cómo te pareces al viento, destino del hombre!» Johann Wolfgang Goethe Pese a mi natural falta de paciencia, evidente para los demás desde mi más tierna infancia, lo cierto y verdad es que suelo hacer gala de lo contrario durante mis viajes. No tiene mayor importancia para mi atizarme doce o trece horas en la cabina de cualquier avión; quiero suponer que la ilusión de enfrentarme a lo nuevo, o al hecho de reverdecer viejos recuerdos y anécdotas, supera en mi caletre a mi impaciencia y consigue atemperar las cosas. Ha pasado…

Cartas caribes

Una suave brisa sopla desde la cercana jungla, haciendo cabrillear la limpia espuma sobre las olas que rompen alegres contra la playa. La blanquísima arena refleja y multiplica la cegadora luz de esta tierra abrasada, expandiendo el calor atroz con cruel eficacia. A trescientos metros de la orilla, fondeada en la azul inmensidad como un amenazador presagio, se adivina la negra silueta de un navío. Esta enorme y desgarbada cáscara de nuez, arrostrando peligros inimaginables, ha traído a su agotada tripulación hasta estos parajes, siguiendo la visión, aparentemente descabellada, de un hombre único, de un iluminado. Hendiendo la apacible superficie,…