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Mes: enero 2015

Cartas caribes, y V

Andaba metido hasta el cuello en mi jacuzzi favorito esta mañana, dejándome acariciar por los potentes chorros de burbujas. El continuo golpeteo del agua y el agradable masaje resultante inducen, sin duda, a la meditación y al relax. Siguiendo, además, mi inveterada costumbre de huir de las multitudes, he tardado muy poco en averiguar la localización de las piscinas más tranquilas del complejo, y de los rincones menos frecuentados del mismo. Resulta francamente placentero encontrar oasis de auténtica calma cuando uno está acompañado por una turbamulta vociferante que no hace más que chupar copas de todas las clases de manera continua,…

Cartas caribes, y IV

Me sorprende el whatsapp de mi hermano tirado en la playa, en mi oasis particular, y entregado con estudiada saña al dolce far niente que resulta casi de obligado cumplimiento en estas latitudes y en mi situación concreta. Ya casi del todo espabilado, mal que me pese, y apartadas mis meditaciones, me dirijo a mi habitación tras saludar a mis camareros favoritos y a mi instructor de buceo, Franklyn  –«Paquito el Chocolatero» por mal nombre para los españoles, Franklyn dixit-  un negrazo que ríe a carcajadas jaleando a una yanqui entradita en años y de muy buen ver que se…

Otra Nochevieja

Mi padre se mesa la barba suavemente. Mira, ensimismado, las volutas que el humo de su cigarrillo traza en al aire limpio, fragante, frío,  de mi casa, de la casa de mis abuelos. Mientras se deja mecer, confiado, por los fantasmas que le saludan con frecuencia desde la muerte de mi abuelo, su padre, aspira con deleite el humo del Ducados, del negro tabaco que le aísla de su entorno, que le conecta con su yo más profundo y arcano, en una comunión estrictamente privada. Sentado en el arcón del pasillo, ese oscuro mueble que ha aguantado carros y carretas,…