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Mes: abril 2015

Sueños eléctricos.

  Amanece lentamente en la gran urbe. El sol asoma su ígneo rostro, poco a poco al principio, casi diríase que con algo de temor, con reservas. Acaba de doblegar a la noche, que ya huye despavorida, y aún no cree a pies juntillas en su victoria. En el séptimo piso de un gran edificio, duerme tranquilamente un hombre. Su sueño se ve alterado, de repente, por la llamada de su despertador. Mientras se agita, pensando incluso en no levantarse, empieza a escuchar las noticias del día por la radio, que se ha puesto en marcha automáticamente desde el propio…

Mayo

La primavera abofetea a Madrid con el descaro y la alegría de una criatura joven. La voz telúrica, maravillosamente sensual de Roberta Flack, me mata suavemente con su canción, mientras la estación que se nos viene encima no es consciente de que tiene los días contados. Quizá por eso se apresura a juguetear con los ritmos vitales de los habitantes de mi ciudad, tan enorme, tan ajena. Ella pasa con la melena al viento por entre calles y callejas, tráfico y gentío, dejando tras de sí bulevares cuajados de suaves fragancias. Engaña a mis vecinos con el dulce calor del…

Las cenizas de Manolo, y II

Dos días después… La raída chimenea deja escapar un surtidor de humo negro y espeso, que desaparece con prontitud en el cielo estival y amable de Madrid. Se deshace en oscuras volutas, como si su presencia no tuviera sentido al recortarse contra el purísimo y luminoso azul. Salta edificios, huye caminos y carreteras, susurra entre los campos baldíos que rodean la capital y se disuelve, gimiente, a alturas imposibles. Están los tres amigos a la puerta del crematorio, fumando un cigarrillo con parsimonia, en medio de un elocuente silencio. Tal y como Luis esperaba, allí no ha aparecido familiar alguno.…