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Mes: mayo 2015

Tormentas primeras

La primera tormenta del verano madrileño es siempre una tormenta ilustrada, porque coincide con la feria del libro de mi ciudad. Es como si los millones de hojas escritas que habitan las casetas de ese evento levantasen súbitamente el vuelo. Como mariposas de ajedrez recién eclosionadas, como una nube arlequinada que huele a vainilla y a cardamomo, suben alegres hacia el firmamento, respondiendo a la lluvia. El hechizo implacable del agua las atrae, cruel, con un firme impulso ascensional, que recuerda con estremecedora claridad al mejor gótico flamígero. Y en ese momento, el aire se tiñe con el poderoso aroma del…

Baños de sol

Tomar el sol es una de tantísimas cosas como han cambiado en los últimos veinte años, creo yo. La generación de nuestros padres tomaba el sol con un par, a pecho descubierto y sin gafas oscuras. Mientras tanto, el seiscientos quedaba aparcado bajo la sombra protectora de las acacias, pongo por caso, emitiendo esos chasquidos que hacen los bugas al enfriarse. Bueno, mi padre tenía un ciento veinticuatro más rojo que la Pasionaria, pero para el caso que nos ocupa lo mismo da. Los que tenían mejores haigas, tipo Mercedes, sin ir más lejos, no tomaban el sol, o lo…