Sí, así como suena. Me temo que ese va a ser el nombre definitivo de mi última novela, que ya está finalizada. Me queda por delante la ardua tarea de la corrección: volver a redactar o suprimir párrafos enteros, sustituir palabras, pulir el argumento, controlar tiempos y ambientes y procurar que todo encaje de la mejor manera posible: en definitiva, trabajar el andamiaje que sustenta toda la obra e intentar que pase lo más desapercibido posible. En fin, en ello estoy. Buscar la forma de que este nuevo texto vea la luz será el próximo paso, que pienso abordar con…
Escribo, luego existo.