21 de febrero de 2018
De acuerdo. Mi protagonista ya ha tomado contacto con otro de los principales personajes de la novela, con el que le une un pasado difícil y desagradable, aunque barrunto que será inevitable que surja la colaboración entre ambos hombres. El policía Martín Barrientos no le revela gran cosa a Carlos sobre lo que este desea saber, pero por algún sitio hay que empezar.
Carlos está comenzando a intentar hacerse una composición de lugar sobre lo que le ha sucedido a la prima de Brianna, de manera que ya ha contactado con el Negro Olivares, por ejemplo, una figura del hampa local que le ha suministrado algunos datos de interés para que pueda encauzar su búsqueda.
Ese primer paso hacia el descubrimiento de la verdad debe desencadenar muchas otras acciones como consecuencia. Es hora de volver a repasar el plan de la novela, porque mientras la trama va tomando cuerpo resulta necesario seguir perfilando los personajes y el ambiente en el que se mueve el protagonista. Pretendo que la ciudad y su entorno sean algún alguien más dentro de la obra, que sus particularidades influyan de alguna manera en las vidas de los seres que en ella pululan.
En otro orden de cosas, ayer recibí una llamada de mi editora. Según me comentó, la semana que viene dispondré, por fin, de las pruebas de impresión de Jinetes en la niebla para realizar las últimas correcciones y darle el visto bueno antes de comenzar la impresión propiamente dicha. Me acompañará también pruebas de las ilustraciones interiores aunque aún no de la portada. Necesito todos esos datos para montar una modesta campaña de marketing antes del lanzamiento, así que bienvenidas sean las dichosas pruebas. Ardo en deseos de acabar todo el proceso y ver publicado mi libro, claro.
Espero que para mayo o así la novela ya esté en la calle. Veremos.
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