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La Salamandra Entradas

Mañana

Mañana, cerraré con cuidado la puerta de mi casa, porque el otoño es largo y húmedo y el invierno puede traer nieve. Mañana, acabaré de recoger de mala gana, con obligada premura, los cuatro trastos que aún sobreviven fuera de las insaciables fauces de mi maleta, algún libro despistado, mis gafas de sol, el cargador del teléfono. Me levantaré con prisas, sin excesivas ganas de desayunar, porque hay que abordar la carretera cuanto antes, por aquello de aliviar el tango a la mayor brevedad posible, cumplir rápido con el desagradable trámite del regreso como quien apura una copa de amargo…

La sombra del verano

La sombra del verano es alargada, como la del ciprés que hizo famoso a Delibes o la que sin duda proyectaría aquel enhiesto surtidor de sombra y sueño que hechizó a Gerardo Diego en el silencio de Silos. La sombra de mi verano es, por extraño que pueda parecer, un largo chorro de luz alegre y limpia, aunque moribunda. Y si os fijáis, en ese haz luminoso navegan una mosca y su sombra. Supongo que ella también dice adiós al verano, si bien en su caso la despedida es definitiva. En lo que a mi respecta, espero tener de nuevo…

Otoño temprano

Magnífico espectáculo de comienzos de otoño: luce un sol radiante, que aún se atreve a calentar en medio de una potente tormenta y del viento que la acompaña. La naturaleza es contradictoria en sus manifestaciones y no se resiste al cambio porque esa circunstancia está en su esencia misma. #marianogómezgarcía, #narrativarecomendada😎😎, #Zulú, #ProsaCanalla, #CanciónDeCrimea.

Hombre Peligroso

«Tabivo Naritgant, aquel hombre peligroso, era sin duda de ningún tipo un llamativo ejemplar de ser humano. Avanzaba sobre un magnífico pinto más decorado que los caballos de sus guerreros. Erguido sobre una breve manta roja que le servía de silla, lucía un collar de varias vueltas de piedras, cuentas y huesos de venado y cruzaba su poderoso pecho, que llevaba al descubierto, un doble pectoral de idénticos materiales. Unos pantalones de cuero marrón claro con flecos cubrían sus piernas y calzaban sus pies un par de mocsins, aquel peculiar calzado indio, de cómodo aspecto, también bordados. Un orgulloso halo…

Spleen

Me dicen que le han visto irse sin volver la vista atrás. Su melena rubia ondeaba bajo la brisa que , convertida en viento del norte, pronto agitará las hojas con fría violencia. Creo, por lo que me cuentan, que lucía una sonrisa algo triste como suele ocurrirle todos los años por estas fechas cuando se despide de nosotros. Me consta que se aleja un tanto melancólico y que tras sus ojos azules traza ya sus planes, sus travesuras y propósitos para el año que viene. Y mientras camina, a pesar de que lo hace envuelto en la pena que…

El pantano y tú

Ha sido un día divertido y apacible. El sol sonreía de plano para nosotros. De vez en cuando, una discreta y cálida brisa hacia cabrillear la superficie del agua, rota a menudo por los saltos de los basses al alimentarse. Voces de niños, algún inoportuno ladrido, la exclamación de un adulto que llama a otro. Sonidos lejanos aunque muy próximos, apagados por la placidez del día como el mugido de las sirenas en la niebla, ocultos por el discreto discurrir de la vida en una jornada como la de hoy. Anclado frente a nuestra playa, un pequeño velero bornea sin…

A veces

A veces, todo encaja a la perfección, aunque solamente sea por unos breves momentos: belleza, color, ritmo, orden, en suma. En ocasiones, la propia fuerza de las cosas, la cósmica improvisación que las mueve a su antojo, sustituye al más meticuloso de los planes. Y es preciso estar alerta para captar ese instante fugaz, pleno de paz y de bondad, porque es único e irrepetible, una simple mota en las infinitas arenas del tiempo. #marianogómezgarcía, #narrativarecomendada😎😎, #Zulú, #CancióndeCrimea, #ProsaCanalla.

Luces

Cuando veo estas luces, veo todas las luces. Veo los amaneceres de los veranos que fueron y quiero ver las tardes tranquilas de los veranos que serán. Veo también, con dolorosa claridad, las luces de mi infancia y las de mi juventud, doradas, suaves, difuminadas.Siento muy cerca el aroma de los pinos y el murmullo de sus ramas cuando las agita el viento, esa canción casi siempre plácida y discreta que esta tierra lleva entonando desde que yo tengo capacidad de recordar.Y escucho las risas de mis padres a la hora del café y les oigo hacer planes y proyectar…

Dos hermanos

El pinsapo y el abeto me susurran con suavidad que no quieren que el verano se acabe. Yo tampoco lo deseo, esa es la verdad. Las temperaturas aún aguantan y no parece que vayan a empeorar en breve, aunque… los días son cada vez más cortos y la oscuridad llega a diario con preocupante rapidez. Y el viento del norte trae hoy ominosas noticias, porque es el heraldo del otoño, un otoño cargado de negros presagios. En fin, todo llega y todo pasa, y este desconcertante verano del 22, en el que todo el mundo parece buscar a cualquier precio,…

Ausencias

Hace años, cuando la tarde comenzaba a caer, las hiedras que tapizan mi casa se animaban con las peleas, correrías y el furioso piar de una infinidad de pájaros. Buscaban entre la umbría de sus frescas hojas, junto a los poderosos tallos que trepan retorciéndose por la fachada, un cobijo para pasar la noche, todas las noches, y discutían con alada ferocidad para repartirse los mejores sitios. Cuando se hacía por fin el silencio, confieso que me divertía dar un par de fuertes palmadas junto a esta gigantesca y vieja criatura: el rumor de la veloz huida de sus huéspedes…