De acuerdo a lo programado, ayer tuve el placer de asistir a la Feria del Libro de Madrid para firmar ejemplares de mi novela «Jinetes en la niebla». La firma fue posible por gentileza de mis queridos amigos de la Librería Reno, María Teresa de Pablo -casi, casi la librera con más años de ejercicio profesional de Madrid- y sus hijos Manuel y Marisa Somoza de Pablo, los perfectos anfitriones. No dejaron de agasajarme ni un momento con cariño, frutos secos, té y atenciones de todo tipo, de manera que las dos horas y media largas que anduve por allí se pasaron volando. Incluso el el tiempo nos acompañó: contra pronostico, hizo una tarde preciosa y la temida lluvia no hizo su aparición.
A mi izquierda, y firmando libros como una máquina, mi amigo Miguel Rubio Aguilera, que promocionaba así su cuarta novela, «Tierra en la garganta». Lleva camino de ser otro éxito como sus tres textos anteriores, y le deseo desde luego que su última obra bata todos los récords. Un abrazo fuerte, maestro.
Me defendí con mucha dignidad, creo, y firmé libros tanto para los numerosos amigos que se quedaron sin la obra el día de su presentación como para un grupo de personas desconocidas para mí que tuvieron la amabilidad de escucharme y confiar en mi creación. Sin duda, es la magia poderosa de las palabras, que le sonríe a un autor novel como yo. Espero los comentarios de todos ellos, porque les incluí bajo la firma mi dirección de correo, puesto que un autor debe escuchar a su público si desea fortalecer y mejorar su voz. Desde aquí, un abrazo y mi agradecimiento.
En fin, seguimos adelante con la promoción de «Jinetes en la niebla». Tan solo espero que vaya calando entre mis numerosos lectores y amigos y que su lectura les resulte tan gratificante como a mí me resultó escribirla y ahora promocionarla.
Más noticias en breve sobre mis andanzas. Muchas gracias. Os quiero.
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