«Sufro la inmensa pena de tu extravio, siento el dolor profundo de tu partida, Y lloro sin que sepas que el llanto mio Tiene lagrimas negras, Tiene lagrimas negras como mi vida.» Lágrimas negras. Miguel Matamoros, 1930 La noche habanera es cálida y llena de rumores, de susurros húmedos, de deseos inconfesables. Todas las noches de todos los puertos de mar lo son, merced a las sirenas que habitan sus aguas. Camino de la famosa Bodeguita, calle Empedrado número 206, esquina con Cuba y San Ignacio, veo con súbito temor que las luces del establecimiento están apagadas. Y, efectivamente, está…
Escribo, luego existo.